Fundamentalmente, el primogénito es el hijo mayor del padre, más bien que el de la madre; es decir, el comienzo de la facultad generativa del padre. (Dt 21:17.) Este término también se aplica al primer macho nacido de los animales. (Génesis 4:4.)
El primogénito de Dios
El primogénito de Dios
De acuerdo con las Santas Escrituras, hubo un tiempo en que Dios estuvo solo. En su amor, quiso compartir el don de la vida y convertirse en padre, aunque no como los humanos.
Con su ilimitado poder creativo, Jehová formó una persona viva e inteligente, un espíritu, “el principio de la creación por Dios”, a quien conocemos por el nombre de Jesucristo (Revelación [Apocalipsis] 3:14; Proverbios 8:22). Por haber sido creación directa de Dios cuando no había nadie más, a Jesús correctamente se le llama “hijo unigénito” y “el primogénito de toda la creación” (Juan 1:14; Colosenses 1:15).
Lógicamente, al ser la primera creación, Jesús no podía ser el Creador, “el único Dios” (1 Timoteo 1:17).
No obstante, el Padre le concedió muchos privilegios. Por ejemplo, lo utilizó para crear “todas las otras cosas”, lo que incluye a los ángeles. A estos también se les llama “hijos de Dios” por haber recibido de Jehová la vida (Colosenses 1:16; Job 1:6; 38:7).
Después de haber preparado la Tierra para el ser humano, el Creador dijo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen”, por lo visto dirigiéndose a Su primogénito (Génesis 1:26; Proverbios 8:22-31). Esto significa que Jehová creó también a su primer hijo humano, Adán, mediante la criatura espiritual que llegaría a convertirse en Jesús (Lucas 3:38)
No hay comentarios:
Publicar un comentario